Siguiendo con el tríptico de clásicas non-stop que nos hemos autoimpuesto hoy nos tocaba a "los otros" cumplir con lo prometido.
De la partida los Sres. López, Moreno e Iñiguez (perro viejo en esto de las dos ruedas y amigo de la infancia) y un servidor.
El Sr. Rico causaba baja de última hora debido a una inoportuna afección bucal que esperemos se quede en nada.
El día pintaba poco agradable para la práctica del ciclismo. Viento para dar y regalar desde primera hora de la mañana. Pero claro si nos quejamos de lluvia, suelo mojado, viento y demás, al final no salimos nunca.
Dicho esto, carretera y manta.
Ritmo más o menos uniforme, el que permitía el intenso vendaval, y subida a ritmo hacia Villaconejos ya con las patas tensas.
Desde allí carretera del siglo pasado, de las buenas, de clásica pura y dura para poner a prueba la horquilla de la Willier del Sr. López y dejarnos a los pies de Colmenar.
Breve respiro antes de empezar a boquear para enfilar el Koppenberg Colmenareño que nos pone patas&patata en su sitio.
Giro a izquierdas buscando Chinchón y media vuelta buscando los favores de Eolo, que ya era hora. Pensábamos que hoy no tocaba aire a favor....
A partir de aquí mucho mejor. Trabajando juntitos para que no decaiga el ritmo y sin hacernos daño. Entreno a lo pro.
Llegando a Valtimor percance en forma de pinchazo, siempre inoportuno.
Parada de emergencia para todos excepto para el Sr. Moreno que tiene obligaciones ineludibles y debe continuar.
Reparamos y seguimos hasta callejear por Valtimor intentando esquivar el aire con la intención de dejar a los pinteños lo más cerca posible de su lugar de destino.
Al final 3 horitas y casi 90 kms. Objetivo cumplido.
De seguir así el tiempo, como parece que será, intentaremos resarcirnos de las lluvias de la semana pasada y cumplir como unos campeones a lo largo de esta.
Saludos.
DavidP.
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