Ventiladas las dos primeras grandes por etapas de una semana.
Y como denominador común, el apabullante dominio de Sky en ambas, eso sí y cómo es lógico, con diferentes protagonistas.
Tan sólo un Imperial Nibali en Tirreno-Adriático fué capaz de cambiar el previsible monólogo británico.
En la primera de ellas, por orden cronológico, Richie Porte hacía buenos todos los augurios que le señalaban como favorito.
Supo aprovechar su rol de líder en todo momento y respondió al fenomenal trabajo de todo su equipo en las etapas complicadas.
Cierto es que tampoco encontró mucha resistencia.
De los nombres importantes el único que se salva es Tejay Van Garderen con su 4º puesto final y cierta decepción por no haber estado a la altura en los momentos decisivos. Aunque justo es reconocer que nada hubiera tenido que hacer ante el fenomenal momento de forma del australiano de Sky. Tanto en montaña como en la última etapa, la ya famosa cronoescalada al Col d´Eze, éste no hizo otra cosa que exhibirse.
Destacar asímismo el buen papel de Andrew Talansky (Garmin) quién debido a su juventud y desparpajo ha presentado credenciales para un futuro más que prometedor. Veremos si los cumple.
También señalar a Sylvain Chavanel quién pese a no estar todo lo fino que acostumbra en esta carrera, fué protagonista a lo largo de toda la semana con diferentes ataques y movimientos tácticos, obligando a otros más "conservadores" a dar la cara.
Como premio, victoria gracias al golpe de riñón y la precipitación de Gilbert en lanzar el sprint, en la llegada a Niza en el Boulevard de los Franceses ante el arcobaleno belga tras una paliza de más de 200 kms. con lluvía, frío y viento.
Bien por él.
Y en cuanto a la Tirreno-Adriático parecía que sería más de lo mismo.
Monólogo de Sky en cuanto la carretera busca la vertical y un Chris Froome imperial en las primeras etapas de montaña.
En Prati di Tivo, Nibali avisó de sus intenciones de renovar título. No encontró colaboración en un Contador que bastante tenía con aguantarle y al rato Froome les remató ganando etapa y acercándose al liderato que hasta entonces ostentaba Michal Kwiatkowski.
En la siguiente con final en Chietti, Purito se reencontraba con el triunfo en uno de esos finales que tanto le gustan.
Muro en los últimos kms. y pa´lante!!!.
Ni Froome ni Contador ni el resto de favoritos pudieron hacer nada frente al liviano corredor del Katusha.
Para la siguiente etapa circuito final tramposo con final en Porto Sant L´Pidio.
Restando menos de 17 kms. dos muros con porcentajes de infarto que unidos a los más de 200 kms. de etapa recorridos, el frío y la lluvia, conformaban un cóctel perfecto para ver espectáculo del bueno. Y a fé que así fué.
Justo es reconocer que sin ciclistas valientes nada de esto hubiera sido posible.
Al último paso por el muro se llegaba con Benat Intxausti ligeramente destacado del pelotón. En los siguientes 300 mts. una romería de ciclistas haciendo malabares para mantenerse sobre la bici.
Algunos incluso pusieron pié a tierra.
Por delante Nibali ve la jugada y no duda. Corona con Samu a rueda y se lanzan a por el Movistar.
Cuando le cogen, llega Sagan junto a ellos merced a otro formidable descenso entre balsas de agua y curvas ratoneras.
Detrás Contador sufre para seguir junto a Purito, Horner, Santambroglio y Hushovd (!), mientras Froome queda aún más descolgado.
Siguiente muro a 10 kms. de meta y los españoles dejan a Nibali y Sagan sólos en cabeza mientras Purito, sin aparente dificultad, enlaza con ellos conformando el trío cabecero.
A partir de aquí contrarreloj para todos.
Delante Nibali no pide nada, sólo trabaja consciente de que su oportunidad para ganar la carrera es esa. Purito, con la intención de subir al podio final, y Sagan, sabiendo que la etapa es suya, colaboran en todo momento hasta la línea de llegada.
Mientras por detrás las diferencias no sólo no se reducen, sino que aumentan.
En la meta Sagan gana con 2 sgs. de diferencia anotándose su segunda etapa en esta edición y dejando claro que tanto él cómo Nibali, vencedor final, son claros favoritos a ganar el sábado 16 en San Remo tras el tiro al poste del año pasado para ambos.
Muchos especialistas han coincidido en señalar esta etapa como una de las más bonitas de los últimos tiempos. Esperemos más batallas de este estilo durante el año.
La crono del último día fué un trámite que sirvió para volver a ver al Campeón del Mundo de la especialidad, Tony Martin, volver a subir al podio como vencedor.
Tal y cómo se preveía la carrera italiana ha resultado infinitamente superior a la francesa y no sólo por el cartel de favoritos, que cierto es, han estado a la altura.
El recorrido de una y otra no han tenido nada que ver.
Asímismo, de cara a las Clásicas que se avecinan, las etapas de Tirreno, superando en muchas de ellas los 200 kms. y salpicados de cotas y trampas, sirven mucho mejor como preparación que el soso recorrido planteado por los franceses en esta edición.
Otro análisis como resultado de estas carreras es la conclusión de que un muro como final de etapa sólo sirve para 5 minutos de audiencia en televisión, mientras que uno o varios en los 20/30 kms. finales (al estilo de muchas de las Clásicas que tanta afición generan en Europa), garantizan finales nerviosos y con diferentes alternativas, amén de más minutos de audencia (esa en la que tanto se amparan para justificar ciertas retransmisiones y horarios).
Por encima de todo esto destacar al vencedor de la Tirreno-Adriático y su planteamiento valiente y ofensivo.
Mientras muchos se escudan en el dominio de Sky para justificar su falta de ambición y flojo rendimiento, el siciliano ha sido el animador principal de una carrera que parecía iba a acabar en las manos de Chris Froome.
Tal y cómo dijo tras la primera etapa de montaña, "no basta con quitar los pinganillos para acabar con la monotonía en el ciclismo. Habría que quitar los SRM´s...".
En referencia a todos los ciclistas que miran constantemente al medidor de watios.
Del rendimiento y funcionamiento de Sky, hablaremos en otro post.
Fotos: www.skycyclingteam.com y www.biciciclismo.com.
Saludos.
DavidP.
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