miércoles, 18 de noviembre de 2015

BALTIMOR-LOJA THIN WHEELS.




Dos meses después de la última entrada y justo uno después de partir destino Loja, parece ser el momento de ponernos y poner a los presentes al día acerca de todo lo acontecido en ese magnífico fin de semana.

Tras conocer la noche anterior al duo lojeño que serviría de carabina y guardaespaldas (nunca mejor dicho especialmente en el caso del sr. Vicente, al cual sirvieron de escuderos mejor que algunos grupetteros...) el viernes en torno a las 8am., partíamos de nuestro Baltimor natal hacia tierras andaluzas con la mejor de las intenciones y ganas.

Frío nada otoñal que coge por sorpresa a nuestros invitados e incluso a nosotros mismos, hasta que saliendo de Aranjuez el clima se muestra más benigno y podemos empezar a disfrutar de la jornada que, eso sí, no será nada calurosa hasta bien entrada la mañana.

El menú del día estaba claro.
Rectas y más rectas sin apenas desnivel al más puro estilo Yosemite USA.
Diálogo ameno, batallas sin importancia excepto las que queremos darle nosotros y pacífico transcurrir de kilómetros en busca de la primera parada de la mañana para intercambiar chófer-ciclista, papel que corresponde a los sres. Rico y Salmoral por este orden.

Pese a estar advertidos de antemano y con tiempo no han podido/querido/conseguido preparar la "salida" de la manera adecuada aunque sí que querían formar parte del homenaje al malafollá lojeño.











Hasta entonces cero percances a excepción de algún pinchazo que no reviste mayor gravedad gracias a Carlos "Faustino" Rico, siempre al quite mecánico, incansable al volante, lo más pegado posible a nosotros (en exceso en muchas ocasiones hasta conseguir que se vaya a tomar por ****), y disfrutando de su papel de Director Deportivo como pocos.
En su salsa.

Primera parada de importancia (las otras son para vaciar menores y quitarnos ropa, a lo sumo...) para cambiar el rol chófer-conductor y primeras viandas "serias" en forma de Cocas y bollos de chocolate, cuanto más grasos y chocolate, mejor.



Justo enfrente de un mesón al estilo Tarantino en Abierto hasta el Amanecer ó cualquier película del Far West americano, mudamos ropajes, comprobamos que vamos on-time y proseguimos marcha en busca de Almodovar del Campo ó lo más cerca posible, que es dónde tenemos previsto comer.

Hasta entonces y con excepción del momento de gloria de mi tocayo que nos llevó en volandas antes, durante y después de Ciudad Real (grandioso el paso por la ciudad entre coches y viandantes varios!!), el ritmo era constante y allegro.
Pero cuando se puso a los mandos Texcon Maquinaria Textil, telita....

Eso sí, nos sirvió para devorar kms. sin darnos cuenta. Bueno, alguno si se daría cuenta......

A partir de aquí se junta lo mejor de cada casa.




De los dos primeros poco que añadir a lo ya dicho.
Estandartes de diferentes regiones, pero archiconocidos en varias de ellas. Bueno más el primero que el segundo, pero es lo que hay.

De los protagonistas de la segunda foto, corramos un tupido velo por aquello de la familia.

A escasos 10kms. de Almodóvar cruzamos un solitario pueblo de cuyo nombre no quiero acordarme y nos damos cuenta que la estadística que dice que tocamos a tres bares por ciudadano español, es eso, estadística.
Nos topamos con el único pueblo que sólo tiene, aparentemente dos bares, y uno sin pan.
Menos mal que siempre sale el sol y acabamos en el "otro", que si tiene pan mientras damos cuenta de viandas líquidas y sólidas debidamente merecidas.






Nada más despegar de nuevo, lo de siempre. Pereza, pesadez de piernas y sensaciones de antaño que no impiden que salgamos con brío hacía la parte final de la jornada en la cual nos espera una sucesión de toboganes a cada cual más "divertido".

El sol ya apreta de lo lindo y el final de etapa es durillo. Las Coca-Colas vuelan así como agua, dulces, la Gopro y turolates varios.
Finalmente y gracias al duo lojeño llegamos, incluso nos pasamos, el complejo en el cual daremos con nuestros huesos y hierros esta noche, poco antes de llegar a Fuencaliente.



Ni la selección belga se concentra en semejante sitio. Alejados del mundanal ruido en medio del bosque y sin distracción alguna excepto pensar en bicis, kms., batallitas y lo que nos queda por delante.





Noche y ducha reparadoras, cena más que completa y agradable y al sobre.

Acierto total del homenajeado y de nuestro fisio de confianza Fisio La Piña, quién nos aconsejó con buen criterio acerca del sitio en cuestión.

Nuevo día, como nuevos, desayuno correspondiente y a las monturas.



Menú del día. Algunos kms. menos pero mucho más divertidos, sin duda alguna.
Nada más comenzar el día nos damos cuenta que estamos metidos en el sur. Ni rastro de frescor mañanero e incluso al poco de empezar toca quitar ropa bajo riesgo de deshidratación.
Ello da lugar a una divertida persecución del grupo de cabeza a cargo de los sres. Murillo, Moreno y el que suscribe.





El sr. Murillo realmente no llega a perseguir ya que en un tramo de pendiente considerable decide ser algo más conservador.
Tengamos en cuenta que dada su aversión a la velocidad descendente, su precario manejo del vehículo que maneja y que desde el día anterior arrastra problemas en su rueda trasera en forma de descentrado importante, bastante hizo con no darse la vuelta.

Afortunadamente su carácter habitualmente refinado en lo tocante a la bicicleta ha pasado a mejor vida y se dedica a disfrutar del finde de la mejor manera, dando pedales.

Mientras el resto gozamos de las bondades del trascoche hasta que finalmente llegamos a la reunificación.

En Montoro vamos a encontrarnos con el amigo Lolo y el sr. Moles.
Han venido hasta aquí para acompañarnos hasta Loja. Chapeau!!.
Lo mejor es quién los trae y nos acompañará igualmente hasta la llegada.



Chófer, anfitrión de lujo, correlindes ocasional, ciclista cuando la ocasión lo requiere y muchos más adjetivos que no alcanzan a definir a Wily.
Un portento de persona y personaje todo en uno y que será el culpable de que se nos quede grabado en la retina el fin de semana.
Gracias por todo una vez más!!!!.








Partimos hacia Baena dónde volveremos a cambiar de chófer a conductor y viceversa.
Baena queda lejos, bastante. Parece que no llegamos. Antes de llegar, al sr. Salmoral le sacude una sordera espantosa que finalmente se pasará conforme beba, coma y descanse.
Lo que se conoce en argot ciclista como "una mierda de escándalo".



Asímismo aquí nos encontramos con el resto y mayoría del Club Ciclista Lojeño quienes harán de escolta hasta llegar a la localidad granaína.

Al poco de salir surgen disensiones.
Los lojeños están fuertes, y mucho. Pero no puede ser igual el ritmo de unos de que de otros.
Nosotros lo tenemos claro.
Salimos siete de Baltimor y siete hemos de llegar a Loja.

La compañía se agradece enormemente, pero son eso, compañía.
Finalmente y con la excepción de un par de satélites (en todas las casas debe haber ovejas negras, por usar un término políticamente correcto....) que parecen no saber de qué va esto, conseguimos marchar juntos y beneficiarnos de viajar en una grupetta tan numerosa cuando el viento empieza a ser protagonista.








En estas llegamos a Priego de Córdoba dónde avituallamos a lo grande.
Patatas, cocas, bollos, más chocolate y demás antes de empezar la zona abrupta y final del día.

Esta parte es igual de bonita y dura. Continuos repechos en forma de pequeños puertos acompañados de lluvia ocasional que ponen la guinda a la jornada.

Pese a las ganas de jugar del sr. Rico, quién marchó por delante junto a otro gran personaje lojeño que atiende al sobrenombre de Zagreño así como otro grupettero con identidad por determinar, un pinchazo da al traste con sus ambiciones y consigue, junto a la espectacular remontada de mi tocayo para dar alcance a los dos "listos" que marchaban por delante, que poco antes de llegar a Loja estemos todos juntos de nuevo.

Ahora sí podemos gozar de la bajada final hacia la villa que vió criar al homenajeado a la cual llegamos en olor de multitudes varias gracias a los ánimos de las fotógrafas ocasionales que inmortalizan el momento.
Chupetinas las llaman por allí....




Tras visitar a madre y suegros respectivos nos dirigimos hacia Wily´s House para comprobar por qué este hombre es tan querido allí.
Viandas líquidas y sólidas, paella a cargo del sr. Murillo, café, postre, copa y cuasipuro hasta que nos damos cuenta que la noche se echa encima y aún no hemos pisado el hotel.



Ducha regeneradora y de nuevo al lío.
Cena local en la terraza del Bilbaíno en Mesón Patio Andaluz atendidos majestuosamente por Antonio y de dónde algunos no queríamos despegar.



Para el día siguiente aún quedaba la visita a otro templo gastronómico largamente referenciado por el homenajeado y cuyo nombre jamás se le olvidará al sr. Vicente.
Desayuno pantagruélico en la terraza de Paco Rama poco antes de emprender el viaje de vuelta a casa.



Lo de este viaje y las batallas del amigo del sr. Rico, Esteban se llama el sujeto, merece capítulo aparte aunque bien es cierto que amenizó sobremanera las horas de carretera restantes.

Y como todo lo bueno, se acaba.


Poco ó nada tiene de meritorio lo realizado. Si acaso poder hacerlo con gente que entiende esto de la misma manera y lo comparte contigo.
Es el mejor premio y lo más difícil.

Encontrarte en El Barrio apenas 48hrs. antes con dos tipos a los cuales no conoces de nada y dos días después sentirte amigo suyo.

Conocer a un portento como David, tanto en lo físico como en lo humano, pendiente en todo momento de todo y todos.
Poder pedalear junto a Miguel Angel..... Cuantos con menos trayectoria y recorrido se creen tan arriba que cuando caen la ostia se oye desde tan lejos.
Imagino que es lo que diferencia a los grandes de los payasos con ínfulas de deportista.
Un honor.



El comportamiento del Club Ciclista Lojeño nos dejó sin palabras.
Superó con mucho cualquier expectativa que pudiéramos tener y nos justificaron, más que nunca, el por qué de estos "proyectos".
Ha sido un verdadero placer conoceros a todos y esperamos que esta no sea la última.....


Ya que hablamos de la sección Loja, justo es hacerlo de la de Baltimor.

Empezaremos con los que por su desidia, falta de interés ó de respeto no pudieron hacerlo en su totalidad aunque se confirmaron, una vez más, como los pilares del proyecto.

Mr. Salmoral. Pese a saberlo con tiempo de antelación, nunca es suficiente y le pilló el toro. Y mira que venía avisado. Pero nada.... Lo mejor es que finalmente tenía claro que venía, fuera como fuera. Acierto. Protagonista absoluto, perdió el oído y la Gopro, luchó como un jabato con lo que tuvo y lo que pudo y fue una madre a la hora de avituallar y asistir. Una vez más, imprescindible pese a sus quejas.

Mr. Rico. Todo lo contrario al anterior, apenas un mes y medio antes empezó a montar, pero aquí hay clase y aunque sufrió y mucho el primer día, se resarció "jugando" el segundo pese al pinchazo que le impidió ganar la etapa que era su objetivo, jeje. En su salsa al volante, incluso excesivo hasta el punto de mandarlo a tomar por ****, siempre se agradece su presencia y por si fuera poco es de los pocos que no ronca......

Mr. Vicente. Apenas tres salidas con la flaca. Tal cual. Bien es cierto que kms. lleva de sobra con la MTB, pero eso no sirve de mucho cuando tienes que pasarte 16hrs. montado en una bici incómoda por definición. Sin duda Rookie del Año, acumula Gredos y Loja en su primer año. Nada mal......

Mr. Moreno. Otro que venía de la playa (Contador dixit). Diferentes motivos que no vienen al caso, no le dejaron montar con continuidad y sólo a base de dos palizas contadas y mucho pundonor pudo presentarse el día D. Duda hasta última hora, sólo un par de fotos de corte sentimental y diferentes muestras de aprecio grupetteras de esas que llenan alma y corazón a partes iguales, hicieron que saliera. Una vez en ruta, lo de siempre, fiable, sabiendo sufrir y disfrutar a partes iguales.

Mr. Murillo. No se conoce mejor embajador de su tierra que el practicante del pueblo de Valdemoro. Pese a sus reticencias iniciales ya que no se había visto en otra, estaba claro que no suponía mayor problema para él. No obstante se cargó de kms. por aquello de la confianza y llegó como se esperaba, sobrado. Así pudo disfrutar en su totalidad del finde. De SU finde.
En Loja estaba radiante y todos nos alegramos por él. Lo merece por esa manera de ser. Con lo bueno y lo malo. Obviamente pesa lo segundo, pero los que hemos escarbado nos dimos cuenta que hay que darle una oportunidad a todo el mundo.

Punto y final para una experiencia más. De esto nos alimentamos y por esto vivimos.

See you on the road!!!!.



Saludos.

DavidP.