Siguiendo con la machacona preparación de la, ya famosa, M-500 el pasado jueves nos trasladamos a Manzanares el Real, nuestra segunda residencia grupettera, con el fin de cambiar de terreno y meter algo de desnivel.
Pese a que los augurios meteorológicos no eran nada buenos, como últimamente que nos disponemos a hacer algo "importante", al final tuvimos mucha suerte.
Calor incluso a primera hora que dejó una excelente tarde-noche a la vuelta de la ruta.
Objetivo, Morcuera y Cotos por ese orden.
Más adelante tocarán otros y en otro orden, pero el menú del día era ese.
Como relojes suizos partíamos a las 17.00h bordeando el embalse de Santillana para llegar, tras los correspondientes toboganes, a Miraflores de la Sierra ( el Bourg d´Oisans madrileño, Rico dixit.).
Desde aquí ya se define claramente la subida a Morcuera que nos llevará un buen rato.
Cada uno trata de buscar su ritmo aunque pocos lo consigan, jeje.
Tarde espectacular desde lo más alto del puerto madrileño, reagrupación inmediata (buena señal sin duda...) y rapidísimo descenso hacia Rascafría (el Luz St. Sauveur madrileño, Pacheco dixit.) para recargar agua y seguir con la faena.
Tras el breve impasse nos dirigimos entre pinares y atravesando Presillas y Paulares varios hacia el puerto de Cotos, última dificultad del día.
Si bien es más corto y bastante menos empinado, no suele ser mucho más agradable que el anterior. Y ya hemos subido unas cuantas veces...
Misma rutina que en el anterior coloso serrano. Cada cual como pueda y arriba nos vemos.
Aquí ya hace más "fresquete". Estamos rondando las 8 de la tarde y algo más de altitud, con lo cual paramos lo justo y aprovechando el tramo entre Cotos y el alto de Navacerrada, cada uno repone como puede.
A partir de aquí, lo mejor. Rápido descenso hacia Mataelpino y El Boalo que se convierte en un final grupettero de primer orden, aunque siempre respetando a los rezagados por aquello de encontrarse fuera de su terreno....
Llegada al sprint, como no podía ser de otra manera, y a buscar los coches, estirar el cuello, recuperar temperatura corporal y reponer líquidos, gracias en esta ocasión al sr. Ortiz en primera estancia y posteriormente, y como mandan las buenas costumbres, en nuestra sede, El Barrio.
Entreno aglutinador, por aquello de juntar fondo, desnivel y ritmo a la vez, que será el primero de varios que debemos hacer durante estos dos meses que nos ocupan.
Qué gozada es siempre subir a la sierra.
No hubiéramos firmado un día mejor..... En todos los aspectos!!.
Saludos.
DavidP.
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