jueves, 20 de diciembre de 2012

UNA DE RUEDAS GORDAS.





A falta de crónicas y noticias referentes a las ruedas finas no nos ha quedado más remedio que volver a los orígenes (para algunos de nosotros, claro está...).

Las últimas neblinas mañaneras y su correspondiente humedad y piso húmedo han provocado que hayamos tenido que abortar en dos ocasiones seguidas diferentes salidas previstas con la flaca.

Es por esto que ayer tomamos la decisión de "desempolvar" las gordas con el fín de quitarnos el mono.
El día era más que propicio con un suelo resbaladizo y juguetón pero que no parecía revestir mayor peligro (luego veremos que no fué así...) y cielo plomizo y gris como corresponde al otoño que a punto está de dejarnos.





Tras diferentes dimes y diretes somos de la partida los Sres. Moreno, Salmoral y un servidor.
Intención clara de pasar el día sin más y sin horario previsto. La única "obligación" era estar en el bar a eso de las 12 para hacer honor al Cycling & Drinkin´.

Rápidamente nos adentramos en diferentes pinares que hacen que nos olvidemos que estamos en Valdemoro. Pura Sierra Sur!!! (Chulo dixit...).




Vamos enlazando pinares y charlando tranquilamente, disfrutando del día. En estas el Sr. Moreno hace una intentona de "salir por orejas".... subiendo!!!.
El barro había bloqueado su rueda delantera y a punto estuvo de darnos un susto.

A la altura de Esquivias decidimos tirar hacia Seseña, veredita a cargo del Sr. Salmoral y dirección Valdemoro, siempre buscando (ó intentando) el camino con menos barro.

Y cómo dice la D.G.T. máxima atención durante todo el trayecto. Vamos, que hasta el rabo todo es toro.

Cuándo ya nos las prometíamos tan felices lavando nuestras bicis en VALESCAR AUTO y pensando en el zumo de cebada recuperador, la rueda del Sr. Moreno volvió a ser protagonista.
En esta ocasión con peor fortuna obligando a su propietario a salir hacia delante y propiciando que el Sr. Salmoral, a la sazón detrás del interfecto, le embistiera con toda la fuerza de la que es capaz cuando no puede frenar.....

En resumen. Susto del bueno ya que la caída y golpe fueron de órdago, aunque finalmente no revistió mayor gravedad dada la dureza de la piel de ambos que no son precisamente noveles en estos lances.




Lavado obligado, eso sí, para las monturas y tanto el Sr. Salmoral como un servidor tuvimos que cumplir y visitar el templo de la gastronomía valdemoreña que atiende al nombre de El Barrio y del que daremos cumplida información en próximas entradas, sólo con el fín de recuperarnos del susto.




A ver si antes de acabar la semana pudiéramos volver a salir con mejor fortuna....


Saludos.

DavidP.

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